Santo Domingo.- Del 25 al 60 por ciento de los pacientes de cáncer de mama desarrollarán algún trastorno del estado de ánimo y el 30 por ciento de los casos es trastorno depresivo mayor.
Tras el diagnóstico de cáncer de mama, las personas suelen pasar por muchos altibajos antes, durante y después del tratamiento. Algunas pacientes sienten ansiedad, tristeza o estrés, y aunque a veces estas emociones disminuyen con el tiempo, también pueden durar meses o años y afectar la vida diaria.
La doctora Yudelka Tronilo, psiquiatra de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat) explicó a El Día que es importante recordar que ningún sentimiento está bien o mal y que no hay un buen o mal momento para sentirlos.
“Cualquier enfermedad que afecte el individuo, tendrá efectos en el sistema emocional; se va afectar la neurotransmisión cerebral, se va producir inflación en el cerebro y estas se traducirán a nivel emocional“, resaltó Tronilo.
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El paciente sentirá cambios en su estado de ánimo, pues ha recibido el diagnostico de una enfermedad que será crónica y en muchos casos fatal.
Es necesario dar el soporte profesional en el tema de la salud mental que necesite el paciente, de modo que el otro proceso no se vea entorpecido apuntó la especialista.
Conocer el diagnóstico y acompañamiento
Tronilo resaltó la importancia del paciente recibir el diagnóstico acompañado de un profesional de la salud mental, algo que no se hace en país.
Dijo que el paciente llega al departamento de salud mental cuando se presentan en el escenario médico las complicaciones como: trastornos de ansiedad y depresión.
La importancia de la atención a la salud mental tras un diagnóstico de cáncer de mama es vital, pues como se ha explicado no solo se trata de afecciones a nivel físico que puede enfrentar el paciente con esta condición, sino también a nivel emocional, siendo este último aspecto especialmente notorio producto de los evidentes cambios y emociones que pueden presentar.
«Los psiquiatras manejamos la parte más vital de ser humano que son la conducta y las emociones. Vemos al paciente de manera integral», explicó.
Es importante educar tanto a familiares, amigos y compañeros de trabajo, cómo un diagnóstico de cáncer de mama puede afectar la salud mental de una persona.
Ansiedad, tristeza o estrés y duelo son algunas de las sensaciones que puede sentir la paciente.
Es importante ayudar a las personas a darse cuenta de que no hay vergüenza en buscar ayuda, sin importar las circunstancias. El objetivo principal del tratamiento de salud mental durante el cáncer de mama es ayudar a las personas a aprender a afrontar los cambios emocionales, físicos y emocionales asociados con la enfermedad y los tratamientos, que pueden ser traumáticos y dolorosos.
Hablar con un profesional de la salud mental puede ayudar a los pacientes a sobrellevar la situación durante el tratamiento y la recuperación. También existen otras opciones, como la terapia de grupo, que permite a los pacientes recibir apoyo de otras personas que están pasando o han pasado por experiencias similares.