Apenas dos meses después de ser designado director de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), en agosto de 2020, Felipe Suberví convocó a periodistas de distintos medios de comunicación a una visita a la Estación Depuradora de Aguas Residuales del Río Ozama, ubicada en la Avenida Jacobo Majluta.
Durante el recorrido, el funcionario informó que dicha planta de tratamiento estaba operando solo a un 20 % de su capacidad y habló de sus gestiones para que pudiera alcanzar el 100 por ciento.
Casi tres años después de aquella visita, que tuvo lugar en octubre de 2020, el avance ha sido nulo y, a juzgar por lo que la propia CAASD informa, ha ido en reversa, pues solo alcanza un 6 % de operación.
Ese porcentaje lo dio a conocer la institución al responder por escrito preguntas de Diario Libre. A la interrogante de que cuál es el porcentaje de operación que tiene la estación depuradora en la actualidad, la respuesta se limitó a: «6 %».
También se preguntó en qué capacidad la habían recibido de la pasada administración y, como en el caso anterior, la respuesta fue: «6 %».
En 6 % o en 20 %, el servicio que ofrece la planta dista mucho del alcance que se anunció cuando iniciaba la obra y todavía aún, al momento de su inauguración.
Cuando en abril de 2016 el entonces presidente de la República, Danilo Medina, dio el primero picazo para iniciar los trabajos, se destacó que era «la más importante obra de saneamiento que jamás se haya construido en República Dominicana».
110
Millones de dólares fue la inversión en la Estación Depuradora de Aguas Residuales del Río Ozama.
De acuerdo a informaciones de la CAASDen el 2020, la planta fue construida por la empresa española Incatema Consulting y elGobierno invirtió US$110 millones en la obra, que se enmarcaba dentro del Gran Plan Maestro de Alcantarillado Sanitario de Santo Domingo, una iniciativa asumida por la gestión de Gobierno pasado.
27 millones de galones
En 2018, cuando todavía la obra estaba en construcción, el entonces director de la CAASD, Alejandro Montás, dijo a los medios de comunicación que la planta de tratamiento depuraría 27 millones de galones de aguas residuales por día y beneficiará a 450 mil personas de 37 barrios de la parte norte y los que bordean los ríos Ozama e Isabela.
Permitiría, además, colectar las aguas residuales de unas 244 empresas que en ese entonces –determinaron- descargaban de manera directa en los afluentes mencionados. El agua tratada sería devuelta, limpia, al río. Otra de las ventajas que tendría era que el material que resultara del proceso de tratamiento sería convertido en abono para un mayor aprovechamiento.
«Se trata de una planta de aguas residuales con una capacidad de 1.2 metros por segundo o 1,200 litros por segundo, es decir, 27 millones de galones de agua tratada que se devolverán totalmente limpios al río Isabela», destacó Montás en ese entonces.