El diagnóstico y el tratamiento de los cánceres ginecológicos en las últimas décadas han tenido un avance importante en cuanto a la calidad y sobrevida de las afectadas.

Esto debido a la detección temprana, nuevas estrategias de manejo, como la combinación de quimio y radioterapias y el advenimiento de nuevas moléculas de tratamientos específicos con respecto a cada tumor, entre otros.

Eleazar Santana, coordinador de la Clínica Integral de la Mujer de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), explica que dentro de los cánceres que afectan a las mujeres, los más frecuentes son: cáncer de mama, cérvix o de cuello uterino, del cuerpo del útero (cáncer de endometrio), y el de ovario, que es el que más muertes produce, donde se realizan grandes esfuerzos quirúrgicos y gastos en su manejo, luego en menor frecuencia el de trompas, vulva y vagina.

Más frecuentes
En relación con los más frecuentes, que son el cáncer de mama y de cuello del útero (matriz), las campañas de promoción para un diagnóstico temprano han contribuido grandemente en la detección a tiempo de los mismos, y a mejorar mucho el pronóstico de las afectadas, destaca el ginecólogo-oncólogo.

Cáncer de mama
“En el caso del cáncer de mama, las campañas y jornadas de mamografías y sonografías, están permitiendo cada vez más hacer diagnósticos tempranos, esto junto a la concientización de la población femenina, que ha comprendido que por ser mujer tienen un riesgo más alto (una de cada ocho puede padecerlo), así como la particularidad de esta enfermedad de que en el 99 por ciento de los casos se presenta en mujeres”, precisa el especialista.

El experto apunta que todo especialista que trata o examina una mujer debe interesarse por el examen de las glándulas mamarias y si lo requiere, referirla a realizarse los estudios de imágenes correspondientes.

“Esto permite un diagnóstico temprano, lo que favorece la realización de procedimientos quirúrgicos menos mutilantes, como las mastectomías (extirpación completa de la glándula mamaria) y terapias de quimio o radioterapias más intensas”, indica.

En caso de necesidad de quimioterapia, se ha avanzado en la particularización de las mismas de acuerdo a factores pronósticos con los que se cuenta en la actualidad, así como en los avances en la radioterapia con los nuevos equipos.
Estos han permitido que las mujeres diagnosticadas a tiempo y manejadas con los criterios actuales, además de su calidad de vida, la sobrevida y el período libre de enfermedad ha aumentado significativamente.

Cáncer de cérvix
En el cáncer de cérvix, la situación se perfila con mucho optimismo, al punto que se ha proyectado un futuro sin este, debido a que se ha identificado un elemento biológico como su causa, el virus del papiloma humano, sobre todo el 16 y 18, por esta razón, desde hace tiempo se aplica la vacunación a niñas desde los 11 años en adelante y en los últimos dos años asociaciones pediátricas están recomendando la vacuna en los varones. Asimismo, el recomendado chequeo anual y la toma de la citología cervical (papanicolaou, tradicional o en base líquida), y junto a esta última, la identificación de la presencia del virus y su tipaje, de tal manera que se pueden identificar las pacientes con alteraciones citológicas, confirmando el diagnóstico con estudios colposcopicos y biopsias, buscando las lesiones precursoras y tratándolas en esa etapa, antes de que lleguen a evolucionar a cáncer.

Agrega, que en el caso de detectarlo en sus estadios iniciales, con cirugía, histerectomia, la salud está garantizada, considerando su curación. Si ya es invasivo y no metastásico a distancia, la combinación de quimoradiación le asegura sobrevida libre de enfermedad, aun con el riesgo de recidiva.

Cáncer de endometrio
En el cáncer de endometrio, se tienen condiciones de manifestaciones clínicas, factores de riesgos y lesiones precursoras del mismo. Estas señales deben ser tomadas en cuenta por los especialistas que atienden la salud femenina.

El experto específica que las mujeres con diabetes, hipertensión y sobrepeso, constituyen un grupo de riesgo a desarrollar cáncer endometrial, así como las que han recibido terapias hormonales a base de estrógenos sin oposición con progesterona. De igual manera, aquellas con anovulación crónica, las que han tenido su menarquia temprano (primera menstruación antes de los nueve años) o menopausia tardía (cese de la regla después de los 52 años).

Cáncer de ovario
El cáncer ovárico, el más demandante desde el punto de vista de los manejos quirúrgicos y médicos, y el de mayor mortalidad, ya que lamentablemente el 80 % de los casos llega en estadios avanzados de la enfermedad.
Los chequeos ginecológicos de rutina, se deben de realizar mínimo una vez al año, esto dependiendo de los factores de riesgo que su médico identifique en usted.

De la mano con una vida llena de prácticas saludables, como una correcta alimentación y la realización de ejercicios de manera rutinaria. Para los cánceres de cuello uterino, vagina y de vulva, la vacuna contra el VPH protege contra los tipos que con mayor frecuencia causan estos cánceres.

Estudios

— Menstruación
El especialista advierte que toda mujer que tenga sangrado después del cese de sus reglas (menstruación), es meritoria de estudios sonográficos, biopsias de endometrio, ya sea por aspirado, legrado o preferiblemente por histeroscopia.

Signos de advertencia de los cánceres
Es importante reconocer los signos de advertencia de cánceres ginecológicos e informarse sobre qué hacer para reducir su riesgo:
1. Promover educación a la paciente, sobre higiene, dietas, visitas al médico, entre otros.
2. Emplear recursos médicos adecuadamente y utilizar a conciencia las tecnologías disponibles.

Con esto se logra el éxito en el manejo de la enfermedad al tener un diagnóstico precoz y en estadios tempranos.
3. Tratamientos óptimos, lo que se traducirá en mayores tasas de curación y/o períodos libres de enfermedad.