Campanas repicando, gritos de emoción y banderas ondeando. Así reaccionaron miles de fieles este jueves en la plaza de San Pedro, tras la aparición de la fumata blanca que anunció al mundo que la Iglesia Católica ya tiene nuevo Papa.
La señal de humo, esperada con ansias por creyentes de todo el mundo, puso fin a dos días de expectativa desde que se inició el cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco. Al confirmarse la elección, la multitud estalló en aplausos, lágrimas y cantos. Muchos alzaban banderas de diferentes países, un símbolo de la unidad y diversidad del catolicismo global.
“¡Habemus Papam!”, resonó entre la multitud incluso antes del anuncio oficial, mientras miles de celulares grababan el momento histórico y familias enteras celebraban el desenlace del proceso que había comenzado el martes.
Con rostros iluminados por la fe y la emoción, los presentes esperan ahora que el cardenal protodiácono pronuncie el nombre del nuevo pontífice desde el balcón central de la basílica de San Pedro, donde el elegido se presentará por primera vez para impartir la bendición Urbi et Orbi.
La atmósfera en el Vaticano es de fiesta espiritual, reflejo del profundo significado que este momento tiene para los más de 1,400 millones de católicos en el mundo.