Santo Domingo.-El Gobierno dominicano ha alcanzado lo que pudiera catalogar como su mayor logro diplomático al colocar sobre la mesa de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas su reclamo de que fuerzas internacionales intervengan en Haití para ayudar a la Policía de ese país a pacificar esa nación antes de que se produzca un desbordamiento de la violencia que traspase la frontera.

Luego de tres años de insistir, el tema de la violencia en Haití pasó de ser una referencia discursiva del presidente dominicano en el salón de la ONU a convertirse en objeto de una de las iniciativas fundamentales de ese gran cónclave diplomático, compitiendo en atención con el conflicto entre Ucrania y Rusia.

La Asamblea de la ONU que concluyó el viernes puso en agenda prioritaria para el Consejo de Seguridad la autorización de una fuerza en Haití para ayudar a la Policía a hacerle frente a las pandillas que controlan más del 70 por ciento del territorio haitiano y amenazan con derrocar al gobierno del primer ministro Ariel Henry cuando este intenta tomar decisiones contrarias a los intereses de los grupos que respaldan a las bandas criminales, responsables de miles de asesinatos, violaciones y secuestros.

Joe Biden
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le dio mayor dimensión al planteamiento de la necesidad de una intervención internacional a Haití al exponer en su discurso que ya no se puede esperar para ejecutar esa medida.
Posteriormente el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, anunció un aporte de cien millones de dólares para apoyo inicial a la fuerza multilateral en Haití, esfuerzo que deberá aprobar el Consejo de Seguridad.

China y Rusia flexibilizan
Otro avance diplomático fue la flexibilización de los gobiernos de China y Rusia, que por su condición de miembros permanentes del Consejo de Seguridad se hace necesaria su no objeción para la aprobación de cualquier decisión de ese organismo.

China y Rusia han puesto objeciones a autorizar la fuerza internacional en Haití, encabezada por Kenia, pero durante la presencia del presidente Luis Abinader en las Naciones Unidas, se tuvieron acercamientos para que ambas naciones entendieran la gravedad que representa para la República Dominicana la violencia en Haití y el peligro para toda la región.

Esa gestión dio como resultado una flexibilización de esos dos países frente a la propuesta de intervención. En esa misma semana el Gobierno de República Dominicana nombró a un nuevo embajador en Rusia, posición que estaba vacante desde que estalló el conflicto con Ucrania.

Abinader y Ruto
De igual manera el presidente Abinader tuvo un encuentro bilateral con el presidente de Kenia, William Ruto, país que ha decidido establecer una embajada permanente en República Dominicana como parte de sus preparativos para liderar la fuerza internacional que intervendrá en Haití.

El primer ministro de Haití, Ariel Henry, habló ante la ONU.

El país africano aprovecho la Asamblea de la ONU para firmar el establecimiento de relaciones diplomáticas con Haití.

La reunión en los presidentes Abinader y Ruto se realizó en las oficinas de la misión permanente de Kenia en la ONU, donde los cancilleres de ambos países firmaron un “memorándum de entendimiento sobre consultas políticas y el acuerdo marco de cooperación”.

Desde ese momento se ha mantenido fluidez en las comunicaciones entre Kenia y República Dominicana en el proceso previo a la próxima reunión del Consejo de Seguridad en el que se espera sean vencidos los obstáculos que han impedido la materialización de la fuerza internacional de paz de apoyo a la Policía haitiana para enfrentar la violencia provocada por las pandillas en Haití.

La misión internacional de ayuda a la Policía de Haití que solicitó el propio Gobierno de ese país a la ONU recaba cada vez más apoyos concretos, y parece que una votación en el Consejo de Seguridad se podría producir tan pronto como esta semana.

El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, anunció la semana pasada durante un evento ministerial con motivo de la Asamblea General de Naciones Unidas que Washington se ha comprometido a apoyar con hasta 100 millones de dólares la futura misión. Además, anunció que EE. UU. dará 65 millones suplementarios “para profesionalizar” a la Policía haitiana.

Hasta el momento, tan solo Kenia se ha comprometido oficialmente a enviar a 1,000 uniformados para apoyar la misión. Países como Jamaica o Barbados también se han comprometido a contribuir con personal, confirmó el secretario Blinken.

También se han pronunciado a participar de un modo u otro en la misión los responsables diplomáticos de España como de México. El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, dijo que su país será uno de los participantes occidentales en la misión -junto a Francia, EE. UU. y Canadá, dijo-, y que está esperando a la reunión del Consejo de Seguridad para concretar sus contribuciones.

Explicó que la misión probablemente durará años porque se trata de “dar seguridad y rescatar al país de las bandas”, y reiteró que España es “uno de los mayores donantes” a Haití. Por su parte, la canciller mexicana, Alicia Bárcena, dijo en una comparecencia ante la prensa en la ONU que su país, pese a no poder enviar efectivos a Haití por ley, está entrenando a cientos de policías haitianos en su propio territorio -550 ya formados y 110 en proceso de entrenamiento.

La ONU ha insistido en que esa misión en Haití no se asemeja a una fuerza de paz o de interposición.

Resolución

— Aprobación
Estados Unidos y Ecuador han presentado la moción para que la ONU discuta y apruebe el posible envío de ayuda a Haití ante el auge y la inestabilidad de la seguridad por el control de bandas armadas.