En un incidente que reaviva el debate sobre el racismo en la República Dominicana, el ex presidente Hipólito Mejía ha sido criticado por referirse a la atleta olímpica Marileidy Paulino como «morenita» mientras observaba por televisión la carrera que le otorgó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París.

Este comentario no solo ha sido considerado discriminatorio y contrario a los principios fundamentales establecidos en la Constitución dominicana, específicamente en su Artículo 39, que garantiza el derecho a la igualdad y prohíbe la discriminación por razones de color, sino que también pone de manifiesto un patrón preocupante en el comportamiento del ex mandatario., según expresa la Organización Domiciliaria contra el Racismo (ODR).

Cabe recordar que Mejía es reincidente en este tipo de comentarios racistas. Durante su mandato presidencial, protagonizó otro incidente similar cuando hizo comentarios despectivos sobre el color de piel del camarógrafo dominicano Ramón Carmona, quien estaba trabajando en una entrevista con el periodista Jorge Ramos. Este historial de comentarios inapropiados ha generado una mayor preocupación entre la ciudadanía y los activistas por los derechos humanos, dijo la ODR.

El Artículo 39 de la Constitución establece claramente que «todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, reciben la misma protección y trato de las instituciones, autoridades y demás personas y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin ninguna discriminación por razones de género, color, edad, discapacidad, nacionalidad, vínculos familiares, lengua, religión, opinión política o filosófica, condición social o personal.»

Además, la Constitución condena «todo privilegio y situación que tienda a quebrantar la igualdad de las dominicanas y los dominicanos, entre quienes no deben existir otras diferencias que las que resulten de sus talentos o de sus virtudes.»

La reincidencia de Mejía en este tipo de comentarios ha intensificado el llamado a la reflexión sobre la persistencia de actitudes racistas en la sociedad dominicana, especialmente entre figuras públicas de alto perfil. Activistas y ciudadanos han señalado que estos comentarios recurrentes no solo perpetúan estereotipos negativos, sino que también revelan un problema más profundo de discriminación estructural que requiere atención urgente, argumenta la organización contra el racismo.

Este nuevo episodio subraya la necesidad apremiante de implementar de manera efectiva las disposiciones constitucionales que promueven la igualdad y combaten la discriminación. Como establece el Artículo 39, «el Estado debe promover las condiciones jurídicas y administrativas para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas para prevenir y combatir la discriminación, la marginalidad, la vulnerabilidad y la exclusión.», expresa la ODR.

De igual manera, la ODR manifestó que la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó, mediante la Resolución 68/237 del año 2013, el Decenio Internacional para las Personas Afrodescendientes 2015-2024, para avanzar en la protección, promoción y garantía de los derechos de las personas.

La atleta Marileidy Paulino, por su parte, ha sido ampliamente celebrada por su logro olímpico, que representa un motivo de orgullo nacional. Muchos han enfatizado que su talento y dedicación deben ser el foco de atención, no su color de piel.

Este incidente reiterado sirve como un recordatorio urgente de la importancia de fomentar un diálogo nacional constructivo sobre el racismo y la discriminación, con el objetivo de crear una sociedad más justa e igualitaria, en línea con los principios consagrados en la Constitución dominicana. Además, plantea interrogantes sobre la responsabilidad de los líderes políticos en la promoción de un discurso respetuoso e inclusivo que refleje los valores constitucionales del país.